
Lo único que puedo hacer mientras viajo en tren es esparar, no hay mas opciones, el tiempo que tarde en llegar ya no depende de mí y por lo tanto se trasforma en un momento para despreocuparme. La ausencia de preocupación se trasformaen disfrute. Pensar, recordar, analizar, dormir, observar. Pocas veces al día tenemos estas ocasiones.